Vuelta
Llegaste, entraste por la puerta de la cocina, pasaste a mi lado, casi sin verme, murmuraste un hola, y a eso le siguio un silencio, corto y a la vez eterno.
El cuarto se lleno de tu aroma, permaneciste inmutable, sin mirarme, dandome la espalda, mientras te preparabas cafe.
Suspiraste, giraste sobre tus pies, y tu falda dibujo circulo, llenandose de aire, me miraste a los ojos, de forma tan fija que yo baje la vista.
Cuando volvi a mirarte, ya no estabas en el mismo lugar, estabas sentada sobre la mesada, y tomabas tu cafe a sorbos, como lo haces cuando no tienes prisa.
Sosteniendo la taza con una mano, palmeaste tu rodilla con la otra, y con un guiño me invitaste a tocarte.
Me acerque temeroso, jamas te habia visto tan alta, y tan sola, y tan segura. Puse mi mano en tu rodilla, y acercando tu boca, me besaste.
Un beso corto, seco, cerca de mi boca, y retiraste tu cara, rozando mi nariz con la tuya.
Y apoyando tu dedo indice en mi boca, para que no hable, y casi susurrandome, me dijiste, "te extrañe".
Y olvide el motivo por el cual te habias ido.