Antes y después
Poco dijiste, y te alejaste, hacia el fondo de la sala.
Dejaste caer descuidada una manga de tu camisa, y con una sonrisa, desprendiste el unico boton que quedaba.
Te acercaste nuevamente, giraste, y señalandome el broche del sutien, atinaste a decir, con ese tono calmo y suave, "me ayudas".
Luego de desprenderlo, lo sujetaste con tu antebrazo, me miraste, acercaste tu cara a la mia, y besandome, lo dejaste caer al suelo.
Desde el preciso momento en que tus labios tocaron los mios, nada volvio a ser lo que era.