Hora
a la hora que despierto, todo duerme.
nadie quiere nada mas que estar cobijado, y soƱando que la noche no se acaba.
los barrenderos se esconden en casas abandonadas para protejerse del frio (o de la escoba).
unos pocos salen a caminar, de manera mecanica.
los mas madrugadores salen para el campo, y ya se huele poco humo de las panaderias.
algunas mucamas pasan con cara de dormidas, y arreglandose la ropa.
es una hora donde somos todos los dias los mismos, pero tenemos tantas ganas de anonimato, que no nos conocemos.
luego amanece, y otra vez, este pueblo es el mismo de siempre.